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Domingo Pérez Minik |
Espero que les guste.
Se acaba de reeditar el libro "La novela extranjera en España" del gran crítico e intelectual tinerfeño D. Domingo Pérez Minik.
Fue editada en 1973, y abarca fundamentalemente el período 1965-1972. No cabe duda que Pérez Minik ocupa un lugar destacado entre los críticos literarios del siglo XX español.
Desde luego tuvo que ser una isla de cultura y libertad en la postguerra Civil Española.
Fue cofundador con Eduardo Westerdahl de la mítica revista Gaceta de Arte, cuyo 75 aniversario se ha cumplido ya. Gaceta de Arte, fundada en la II República Española, fue desde luego señera en el Surrealismo, no en vano el mismísimo André Breton estuvo en Santa Cruz de Tenerife en la primera Exposición Surrealista de España, y puede ser considerada una revista de las Vanguardias europeas entre las dos guerras mundiales.
D. Domingo Pérez Minik además de un ávido lector de libros, conocía las revistas literarias más importantes a nivel mundial, tanto las que editaban los periódicos como las revistas dedicadas propiamente al género. Desde las norteamericanas Time, o New Yorker, a las francesas L´Action Francaise o Les Nouvelles Literaires, o las británicas Observer, Literary Supplement de The Times o The Guardian
Alejandro Cioranescu escribió sobre Pérez Minik, entre otras cosas: "sus ojos de acero, siempre alertas. Y la cabeza, con su amplia y profusa cabellera blanca, mantenida alta con una cierta gracia de adolescente".
Desde luego, D. Domingo estaba siempre alerta de todas las novedades que vinieran escritas desde fuera de España. En La novela extranjera en España, aparecen artículos publicados por Pérez Minik en la revista española Ïnsula, y también en El Día y en La Tarde. El crítico tinerfeño estudia con igual entusiasmo y describe con genial brillantez la novela francesa, británica, soviética –de la que hace un profundo estudio de los primeros cincuenta años de escritura post-revolución de 1917-, norteamericana, italiana, y en un único bloque, alemana, austríaca y suiza.
La escritura de Pérez Minik, además de culta, es rica y envolvente. Después de leer cada uno de sus ensayos, queda el lector perfectamente situado para abordar o no tal o cual novela.
La entrega de Minik es absoluta. Desde los best-seller de Papillon o El Padrino de Mario Puzo, hasta los más difíciles y farragosos desenvolvimientos artístico-literarios.
Eso sí. D. Domingo Pérez Minik establece un antes y un después de la novela europea. O mejor dicho, un fin. Considera que con El hombre sin atributos del alemán Robert Musil se cierra todo el material novelístico que necesitaba para dar por concluída una etapa europea, la de la Primera post-guerra mundial.
Todos los grandes de la novela del siglo XX están presentes en los grandes texto del tinerfeño: desde El tambor de hojalata –el niño que no quería crecer-, hasta Los inocentes, de Hermann Broch, desde Alexander Solzhenitsin a Saul Bellow, William Golding, Doris Lessing o Robbe-Grillet.
Como señala D. Domingo "la divulgación de las historias de la literatura y de las artes contemporáneas de otros países es para todos muy conveniente, para los de dentro y para los de fuera".
Juan Cruz afirma que Pérez Minik había sido un socialista liberal, "un gallo al rojo vivo", al que la Guerra Civil le hizo aún más rabiosamente libre.
Con esa libertad se dedicó en cuerpo y alma a estudiar en profundidad la novela extranjera que se nos presenta ahora nuevamente, bien con estudios particulares de las más representativas o con análisis anuales de cada país.
Sin duda, es una buena oportunidad de volver a leer al Maestro.
Como D. Domingo Pérez Minik afirma "Dime lo que lees y te diré quién eres".
Fue editada en 1973, y abarca fundamentalemente el período 1965-1972. No cabe duda que Pérez Minik ocupa un lugar destacado entre los críticos literarios del siglo XX español.
Desde luego tuvo que ser una isla de cultura y libertad en la postguerra Civil Española.
Fue cofundador con Eduardo Westerdahl de la mítica revista Gaceta de Arte, cuyo 75 aniversario se ha cumplido ya. Gaceta de Arte, fundada en la II República Española, fue desde luego señera en el Surrealismo, no en vano el mismísimo André Breton estuvo en Santa Cruz de Tenerife en la primera Exposición Surrealista de España, y puede ser considerada una revista de las Vanguardias europeas entre las dos guerras mundiales.
D. Domingo Pérez Minik además de un ávido lector de libros, conocía las revistas literarias más importantes a nivel mundial, tanto las que editaban los periódicos como las revistas dedicadas propiamente al género. Desde las norteamericanas Time, o New Yorker, a las francesas L´Action Francaise o Les Nouvelles Literaires, o las británicas Observer, Literary Supplement de The Times o The Guardian
Alejandro Cioranescu escribió sobre Pérez Minik, entre otras cosas: "sus ojos de acero, siempre alertas. Y la cabeza, con su amplia y profusa cabellera blanca, mantenida alta con una cierta gracia de adolescente".
Desde luego, D. Domingo estaba siempre alerta de todas las novedades que vinieran escritas desde fuera de España. En La novela extranjera en España, aparecen artículos publicados por Pérez Minik en la revista española Ïnsula, y también en El Día y en La Tarde. El crítico tinerfeño estudia con igual entusiasmo y describe con genial brillantez la novela francesa, británica, soviética –de la que hace un profundo estudio de los primeros cincuenta años de escritura post-revolución de 1917-, norteamericana, italiana, y en un único bloque, alemana, austríaca y suiza.
La escritura de Pérez Minik, además de culta, es rica y envolvente. Después de leer cada uno de sus ensayos, queda el lector perfectamente situado para abordar o no tal o cual novela.
La entrega de Minik es absoluta. Desde los best-seller de Papillon o El Padrino de Mario Puzo, hasta los más difíciles y farragosos desenvolvimientos artístico-literarios.
Eso sí. D. Domingo Pérez Minik establece un antes y un después de la novela europea. O mejor dicho, un fin. Considera que con El hombre sin atributos del alemán Robert Musil se cierra todo el material novelístico que necesitaba para dar por concluída una etapa europea, la de la Primera post-guerra mundial.
Todos los grandes de la novela del siglo XX están presentes en los grandes texto del tinerfeño: desde El tambor de hojalata –el niño que no quería crecer-, hasta Los inocentes, de Hermann Broch, desde Alexander Solzhenitsin a Saul Bellow, William Golding, Doris Lessing o Robbe-Grillet.
Como señala D. Domingo "la divulgación de las historias de la literatura y de las artes contemporáneas de otros países es para todos muy conveniente, para los de dentro y para los de fuera".
Juan Cruz afirma que Pérez Minik había sido un socialista liberal, "un gallo al rojo vivo", al que la Guerra Civil le hizo aún más rabiosamente libre.
Con esa libertad se dedicó en cuerpo y alma a estudiar en profundidad la novela extranjera que se nos presenta ahora nuevamente, bien con estudios particulares de las más representativas o con análisis anuales de cada país.
Sin duda, es una buena oportunidad de volver a leer al Maestro.
Como D. Domingo Pérez Minik afirma "Dime lo que lees y te diré quién eres".
http://www.laopinion.es/firmas/2010/12/11/d-domingo-perez-minik/319285.html
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